jueves, 12 de marzo de 2009

El origen del término cataratas

Como imagino que todos sabréis, las cataratas son opacidades del cristalino, una pequeña lente transparente que se sitúa por detrás del iris. Estas opacidades pueden causar una importante pérdida de visión, sobre todo en personas mayores, siendo necesaria la extracción del cristalino para recuperarla.

La palabra catarata, como tal, surge del griego, aunque su nombre original procede del árabe. El prefijo "Cata", que significa "Hacia abajo", se debe a que la catarata era considerada como un derramamiento de humor* procedente del cerebro que caía en el ojo. El término fue introducido por Constantinus Africanus, un oculista árabe, hacia el 1018 dC. De hecho, los árabes fueron grandes pioneros en la cirugía ocular, y el famoso Avicena, en su Canon, ya hace importantes descripciones oftalmológicas. Este origen del término, aunque pueda parecer peregrino, está muy avanzado para su época, puesto que ya considera al ojo como una prolongación del cerebro, es decir, del sistema nervioso central.

El couching o reclinamiento de la catarata tuvo lugar desde varios siglos antes de Cristo hasta el siglo XIX. Ya por aquel entonces se sabía de la existencia de una lente situada dentro del ojo, y por ello no se concebía la extracción del ojo completo, porque esto conduciría a la ceguera. Se consideraba que una membrana se formaba delante del cristalino por ese "derramamiento o catarata" de humor, y las técnicas quirúrgicas ancestrales trataban de eliminar esa membrana. No estoy segura de si esta técnica es la misma que la denominada "batida de cataratas", que se llamaba así porque el cirujano introducía una aguja con la cual ejercía unos movimientos de batido que conseguían desprender el cristalino de su ubicación.

El procedimiento quirúrgico consistía en el reclinamiento del cristalino. El cirujano se colocaba delante del enfermo, un ayudante sostenía desde atrás su cabeza y abría los párpados, y con una aguja de couching se desinsertaban las fibras que sujetan el cristalino. La cirugía se realizaba sin anestesia ni procedimientos de asepsia por cirujanos que en la antigüedad itineraban de pueblo en pueblo. En el mejor de los casos, si el ojo no quedaba destruido por infecciones, el paciente volvía a ver, a costa de los terribles dolores que suponía tal intervención.

Esta modalidad prevaleció debido a la ignorancia de la anatomía y fisiología humanas durante milenios hasta el advenimiento de nuevos conocimientos derivados de la disección y estudio del ojo.

*Humor: para comprender a qué se refiere este término en este contexto, ver el post del blog titulado 'Si tienes mal humor, estás enfermo'

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