Terapia con gusanos

La terapia larval, también conocida como terapia de larvas o terapia de gusanos, es la introducción de larvas vivas y esterilizadas de mosca en heridas no cicatrizantes de animales y humanos, con el propósito de limpiar selectivamente los tejidos necróticos de la misma y promover el sanado. Esta es la definición que aporta la Wikipedia sobre el asunto.

La medicina moderna tiene que pagar el precio de sus avances con la cara moneda de las bacterias multirresistentes a los antibióticos. Este problema ha llevado a muchos profesionales de la medicina a intentar encontrar remedios más ‘naturales’ para tratar de combatir la infección. No sería la primera vez que, ante la desesperación, se vuelca un kilo de azúcar sobre una herida que no termina de curar, con el propósito de crear un shock osmótico en las bacterias infectantes.

Al parecer un tal Dr. Ronald Sherman ha reintroducido (puesto que esto ya se utilizaba en la antigüedad) con éxito la terapia larval como tratamiento seguro y eficaz. En 1989 utilizó las larvas de una mosca para el tratamiento de las heridas. Ese año, inició el primer ensayo clínico controlado de la terapia de gusanos en veteranos de guerra con úlceras por decúbito. Los éxitos de este ensayo en pacientes que habían fallado en dos o más tratamientos convencionales, fueron publicados y atrajeron la atención del colectivo médico internacional. El gusano terapéutico usado por el Dr. Ronald Sherman es una variación de la mosca verde de la botella (Phaenicia sericata) y son llamados “gusanos médicos” (no médicos gusanos, como algunos que hay sueltos por los hospitales).

Como dice la definición, las larvas son esterilizadas previamente a su uso, para que no contaminen la herida. Se colocan en la herida un par de veces a la semana, durante unas 48 o 72 horas, tiempo en el que estos gusanitos se dedican a devorar carne muerta, esto es, el tejido necrótico, practicando un auténtico desbridaje de la herida.

Aunque suena asqueroso, y espero no verme jamás en la tesitura de tener que aplicarlas o recibirlas, no deja de resultar curioso que tengamos que recurrir a estos remedios para solventar problemas para los que la medicina moderna no tiene solución.