Hoy me han quitado la muela del juicio, al fin.
Han sido meses de calvario y sobredosis de ibuprofeno. Toda la culpa la tiene el MIR, por supuesto, ya que de no haber tenido que pasar meses enclaustrada dedicada al estudio, podría habérmela sacado el primer día de molestia.
Todo comenzó con un pequeño trocito de hueso que asomaba en la encía superior, así, como que no quiere la cosa. Después se convirtió en una extraña molestia nocturna en la encía, que yo aún no sabía a qué se debía. A continuación la molestia pasó a ser diaria, aunque cedía bien con uno o dos ibuprofenos diarios. Lo siguiente fue el horror: un dolor tenebrante, incesante, a veces pulsátil, odioso, que impedía pensar y dormir, que no cedía ni al nolotil líquido. Aquel día fui al dentista con tal desesperación, que habría permitido que me la quitaran sin anestesia.
Pero no. Tenía que seguir con ese apéndice maldito más tiempo, tomar antibiótico porque seguramente se me había infectado y por eso me dolía tanto. Esto me hizo postponer la extracción más tiempo, porque se acercaba el examen MIR y yo no estaba como para perder el tiempo con extracciones de muelas y su posible infección.
Tras mi liberación del estudio, al fin hoy, víspera de mi cumpleaños (si es que hasta para eso es oportuna la jodida)... me he sacado la muela del juicio. Creo que la llaman así porque de las molestias que causa te hace perderlo.
Para quien quiera información más detallada sobre la muela del juicio, clic en este enlace.
http://www.mipediatra.com/infantil/muela-juicio.htm
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