Director: Barry Levinson Producción: Steven Spielberg Año: 1985
¿Qué habría sucedido si Sherlock Holmes y su ayudante el Doctor Watson se hubieran conocido en su juventud? Esta es una pregunta para la que no hay una única respuesta, puesto que Sir Arthur Conan Doyle hizo que ambos personajes se encontraran por vez primera en su adultez, a propósito de Estudio en Escarlata.
En El secreto de la pirámide, se nos plantea ese encuentro de juventud que es totalmente ficticio y no está basado en ninguna obra escrita. Debo decir que esta es una de las películas que más veces habré visto en mi vida. Precisamente hace unos días la reemitieron en televisión, y me la volví a tragar, a mis 27 añazos. Y por ello ahora escribo sobre ella.
Se trata una vez más de una creación de los años 80, época de la cual tengo tantas nostalgias cinematográficas y televisivas. La historia gira en torno al encuentro de los dos míticos personajes en un colegio mayor y en ella ya se evidencian las dotes detectivescas de Holmes al resolver el misterio de varias muertes sucesivas relacionadas con una secta egipcia. No voy a contar aquí la sinopsis completa, porque se encuentra en muchas páginas, y yo sólo escribo para contar mis apreciaciones sobre el film.
He leído opiniones en varios blogs y páginas, y la verdad es que todos aplauden esta película, yo incluída. La película entretiene, es divertida, mantiene el misterio, y nos aporta alguna explicación a ciertos mitos del personaje adulto de Holmes, como su vida solitaria (por la muerte de su hipotética novia de juventud), su afición al violín, su pipa y su gorra.
No deja de ser una película para jóvenes (no me atrevería a decir para niños, o al menos para los niños de entonces, que los de ahora saben más que yo), aunque estoy segura de que le puede gustar a toda la familia. Tiene ese particular toque de Spielberg, aunque él no la dirige, y fue nominada al Oscar por sus efectos especiales. Aunque no tiene mucho sentido mencionar ese detalle hoy día, la era del efecto especial, en su momento sí eran impresionantes, y seguro que más de un niño se asustó con el caballero de la vidriera que cobra vida, o con las gárgolas de bronce que saltan sobre el viejo inventor.
La escena que más me divierte de la película es aquella en la que está Watson en un cementerio y se le aparecen un montón de pasteles, que cobran vida y se lanzan sobre su boca.
Al final de la película, tras los créditos, hay además un pequeño detalle interesante. Y lo menciono, porque me enfadó bastante ver que los de la Cuatro cortaron los créditos y no se pudo ver. Precisamente porque no lo pude ver, no lo recuerdo con exactitud. Se trata de una corta escena en la que un hombre entra en una especie de hotel y firma en el libro de huéspedes con el nombre de Moriarty. Lógicamente ese hombre no es otro que el malo de la película, y ahí surge el nacimiento del archienemigo de Holmes.
Mi conclusión: si no la has visto, hazlo inmediatamente.
Sabes donde puedo encontrar ese video final porque no quiero comprarme el dvd solo para ver esa unica escena que en la television nunca dan.
ResponderEliminarsaludos desde uruguay g.fleurquin
a de paso te mando mi email es gerard2005@gmail.com asi si quieres charlamos de cine macabro, estoy realizando un trabajo de las 100 peliculas mas terrorificas de todos los tiempos si quieres te lo envio saludos
ResponderEliminarHola manya: sólo te puedo recomendar que pruebes a buscar en youtube, o alguna página de vídeos similar. Yo siempre he visto la película en televisión, y en algunas ocasiones sí llegaron a emitir la escena final. ¡Un saludo!
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