Las locas aventuras de una buscadora de piso

Odio buscar piso.

Y si es compartido, más.

Al final me he decidido a buscar una habitación en un piso compartido, para que mis padres no tengan que soltar tanta pasta de golpe en estos dos meses en los que aún no cobraré.

Lo ideal sería estar solita en un piso, a mi aire, como buena Piscis. Sin embargo prefiero conocer antes la ciudad y ahorrar algo de dinerito estos primeros meses. Que si por mi fuera, me iría sola directamente, aunque pagase más. Pero como de momento no soy yo quien pone la pasta... pues hay que tener otra mentalidad.

Yo, como siempre, lo dejo todo para el último minuto. En un principio, mi idea era trasladarme a una residencia universitaria en la que ofrecen habitaciones con cocina y baño propios. Pero era una pasta, casi tan caro como alquilarse un piso pero sin ser realmente un piso (490 euros más gastos). Así que lo descarté, y antes de ayer me puse como loca a buscar habitaciones en el segundamano.

Hice unas cuantas llamadas, y quedé con 8 personas en un día. Así que ayer me recorrí veinte veces la ciudad de Alcalá en autobús. Cuando mi padre vea la factura del teléfono, me va a tirar por la ventana. Pero bueno, con suerte, será uno de los últimos gastos que le ocasione.

Las habitaciones que vi... pues bueno. Había de todo. La más barata costaba 200 euros, pero estaba en un piso sucio lleno de humedades. Encima había como inquilino un chico que debía ser un cerdo, porque tenía la cocina llena de mierda. Y encima la novia, que pululaba por la casa en aquel momento, me miraba mal. (Igual se pensaba que a mi podría interesarme semejante marrano).

Ese fue el peor piso. De hecho ni me molesté en preguntarle nada al casero. Yo miraba, callaba y asentía, pensando para mis adentros..."este te lo comes tú con patatas".

Luego vi pisos normalillos. Las habitaciones en general tiraban a pequeñas, y los precios eran similares. Entre 250 y 280 euros, más gastos. Pero al no conocerme la ciudad, elegí mala zona en cuanto al transporte que me llevará al hospital (porque yo no tengo coche). Era divertido ver a los caseros intentando convencerme de que la línea de autobús más próxima estaba cerquísima, nada, a dos minutos a pie... a la vez que veías la cara arrugada de la inquilina diciéndote... "más que dos minutos yo diría quince". Como me había tirado todo el día montada en autobuses, más o menos ya me sabía el percal, y de nuevo volvía a callar y asentir.

Al final me he decidido por una habitación que, aunque es bastante pequeña, está en una zona muy buena. Tiene la parada del autobús que me interesa al lado. La casera es agradable, las compañeras también lo parecen, y encima una de ellas es de Palencia. ¡Vamos! Increíble. 280 euros más gastos. No sé si he hecho buena elección, pero como tampoco es para vivir toda la vida...pues sea.

Es un peso que me quito de encima. Pero luego vendrá el peso de buscar un piso para mi sola. Aunque con la ventaja de que ya estoy en la misma ciudad, tendré algo de dinero ahorrado y podré mirar con más calma.

De momento voy a dedicarme a las gestiones previas al comienzo de curro, y que os conté en algún mensaje anterior a éste.

Me dan envidia mis amigos, que ya han conseguido sus pisos propios alquilados. No sé si hago bien. Quizás debería haberme dado la paliza inicial buscando un piso para mi sola directamente. Pero no sé, en realidad lo hago por mis padres. Porque me da un terrible cargo de conciencia hacerles pagar dos meses de alquiler completo de golpe (que por agencia serían tres, ¡qué locura!). Bastantes gastos han tenido conmigo y la dichosa carrerita.